Una curiosidad sobre las aceitunas negras, muy difundida y poco cierta, es que la aceituna negra que se consume hoy en día se ha recogido del olivo cuando ha adquirido este color. La realidad es que estos frutos se recogen en el mismo momento de maduración que las aceitunas verdes, por lo que la composición de ambos frutos es idéntica al comienzo del proceso de elaboración, las diferencias en su composición es debida a las diferencias entre sus tratamientos.
El aporte calórico de estos frutos es aproximadamente 150 kcal por cada 100 gramos de producto siendo por tanto un alimento de bajo aporte calórico y además de gran valor nutricional, son frutos grasos donde gran parte de los atributos saludables residen en el ácido oleico de las aceitunas, buenos para la prevención de las enfermedades cardiovasculares, ya que colabora en la reducción del colesterol malo (LDL) aumentando la fracción del colesterol bueno (HDL). Por su parte, el contenido en fibra cubre casi el 5% de los objetivos nutricionales recomendados; siendo además una fibra muy digestiva y que ejerce un leve efecto laxante.
Contenido en hierro: en el proceso de elaboración de la aceituna negra se añade un compuesto rico en hierro, lo que le confiere a las aceitunas negras propiedades beneficiosas para personas que necesiten un aporte extra de este elemento.
La presentación de aceituna negra es más recomendable. No obstante tanto una variedad como la otra son aptas para una dieta sana y variada, siendo la recomendación diaria para un adulto sano el consumir unos 25 gramos de aceituna de mesa al día; es decir, 7 aceitunas aproximadamente.